La Danza del Vajra es un ciclo de danzas que forman una práctica efectiva y especial para la restauración y purificación del estado natural de todo nuestro ser, permitiéndonos evolucionar hacia nuestro real potencial y permitiéndonos desarrollar naturalmente claridad y compasión hacia nosotros mismos y los demás. Nos beneficia y rejuvenece a través de la armonización de nuestra condición física, mental y emocional. Doce practicantes, seis mujeres y seis hombres, danzan juntos en un gran mandala de cinco colores, representando la correspondencia entre la dimensión interna de los individuos y la dimensión externa del mundo. Los movimientos lentos y coordinados que cantamos suavemente mientras practicamos la conciencia juntos, produce una experincia de profunda relajación y un estado calmo de la mente que nos ayuda a integrarnos con la circunstancias de nuestro entorno. La Danza del Vajra que Beneficia los Seres puede ser pacticada por quien lo desee, y mientras su origen e integridad sean siempre reconocidos y respetados puede ser utilizada como un método para enriquecer cualquier camino espiritual. Chögyal Namkhai Norbu introdujo la Danza del Vajra por primera vez a sus estudiantes en 1990. Es practicada en varios lugares y centros de la Comunidad Dzogchen en todo el mundo.